domingo, 2 de maio de 2010

"RELACIONES ENTRE ESPAÑA Y NÁPOLES DURANTE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA", DE JOSÉ RAMÓN URQUIJO GOITIA

http://www.francodimauroeditore.it/costum3.jpg https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvgumg1PB1LuswQcFx_J7ZQk6DKHpPK3bqfQ_xRpgk5cmb5KRO6V-WwIU0LLUg1nW7yHNgM5Alr3pls2wjXaH8ZtadhOjWNYiyl145h8MQVhsLR7Nk2lAxICMuT6PPvZnJLH73NVmNWa8/s1600/carlos_v.jpg Ed. Actas. Colección Luis Hernando de Larramendi. He aquí uno de los libros que me compré en el Cerro de los Ángeles. Un tema apasionante y realmente poco estudiado. ¿Qué fue del carlismo y la corte napolitana antes, durante y después de la Guerra de los Siete Años? Nuestro autor desbrozará en una síntesis plena estas relaciones tan estrechas como difíciles. A mi juicio salen varias cosas a relucir, a saber: - El "maquiavelismo conservador" de Metternich, con la farsa de "ir aceptando los cambios". Bonapartismo refinado a lo sumo. - El mucho ardor de Fernando II de las Dos Sicilias para cuestiones "propagandísticas" pero la indecisión en lo económico; en ello no puede decirse lo mismo de Austria o Cerdeña. Rusia se mostró más bien indiferente, si bien estuvo dispuesta a reconocer a don carlos como rey legítimo de España. - La hábil y traidora gestión de la diplomacia liberal, volviendo a entregar los intereses de la patria tal y como hicieron sus correligionarios en Portugal. A través de Mendizábal y los Rotschild, a la Pérfida Albión y la Francia de Luis Felipe. La inoperancia del liberalismo en un Nápoles que a pesar de las intrigas mayormente los rechazó se tradujo en pasmosa "habilidad" como decimos para con otras cortes, en especial París y Londres. Venta barata de nuestra independencia y economía, creación del caciquismo y "nuevos ricos", veinte golpes de estado en un siglo. Por supuesto, en nombre de la libertad y el progreso. - La desorganización de buena parte de la diplomacia carlista. Indecisión y divisiones hacia el caos, con el remate en la traición de Maroto, el mismo compañero de armas de Espartero en Ayacucho. Hay mucho interesante como digo. ¿Contras? La mucha documentación insertada en francés e italiano sin traducir al español, lo cual se hace más que correoso. O un gran fallo: Decir que hacia el 1833 no había "problema ideológico". Falso. Creo que todavía hay muchos que no entienden que en la Santa Causa, la legitimidad sucesoria fue proporcionalmente unida a la Contrarrevolución; no fue "una cosa más que la otra". Con todo y con eso, es de recibo decir que es muy sano ponerse en frente de temas que le pueden resultar a uno espinoso como carlista. Y así, el agradecimiento por la enormidad estudiosa sobre un tema capital del "carlismo histórico", que tantas veces olvidamos en su lógica repercusión. Ha sido un gran descubrimiento, una obra leída con mucha pasión, evocando la resistencia meridional (Mantengo mi teoría: Los napolitanos son los andaluces de Italia) frente a la revolución masónica y la presencia del legitimismo hispano en sus filas, así como la apertura del horizonte fraterno que siempre está entre unos movimientos contrarrevolucionarios espiritual y naturalmente vinculados con sangre entre sí.

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