Oporto te da el sabor,
Sagres te ofrece el destino,
Lisboa es tu maravilla,
Portugal: He ahí tu destino,
Tu perfume es del mar,
Tu carácter, puro dulce,
Como azúcar, café, nueces;
Qué bien reluces,
Por tu sierra brota la lírica,
Flor del tronco peninsular,
¿ Por qué entonces sólo hallas,
Días nublados, Portugal ?
¿ Cómo luchar en esta niebla,
Que tan duro te castiga ?
¿ Por qué no hallas la claridad,
Alma noble y sencilla ?
Tu huella universal,
Esparcida justamente,
La armilar esfera,
Se enerva de repente,
Y yo quiero ser cantor,
De la Lusitania,
Admirando tus excelencias,
Mi hermana patria,
De la niebla saldrás,
Por la sagrada ley,
En el trilema potente:
Dios, patria y rey;
Sólo entonces, Portugal,
Niebla dejarás de ser,
¡ Ahora ! ¡ Es la hora,
Del gran pueblo portugués !