En muy poco tiempo me he terminado el último ensayo divulgativo de
José Javier Esparza. Quizá el término "ensayo divulgativo" se deba más al malogrado Juan Antonio Cebrián, pero a mí que me encanta.
Sobre lo que fue y no fue la Guerra Civil Española multitud de libros de todo el mundo en una especie de veloz competición se andan entrecruzando desordenadamente. La pseudomemoria histérica del peloteo farandulero ha abierto la caja de Pandora, que ya en su día trastearon siempre los mismos, hasta que llegó por ejemplo Pío Moa y de nuevo se oyó más a Stanley Payne. No deja de ser una burda simplificación del asunto, pero creo que muchos me entenderán.
Al menos, lo bueno de todo esto es que se acabó el monolitismo izquierdista sobre un tema tan complejo y tan delicado.
Y una de las insoportables figuras de esa pseudomemoria histérico-politiquera es Santiago Carrillo, el genocida de Paracuellos. Podríamos decir que igual no aporta gran cosa, pero la grandeza de este libro es que no calla nada. Carrillo es una figura de leyenda rosa
ad nauseam, en especial porque tanto a derecha e izquierda convino para una transición que se hizo a base de pucherazo y terrorismo, cosa que creemos que el autor no se atreve a denunciar claramente. Ahí el diagnóstico de Ricardo de la Cierva del que se hace vivo eco nuestro autor nos parece clarividente, pero también nos parece que no se atreve a "denunciar lo suficiente".
Con todo, como decimos, no estamos ante una biografía al uso, en todo caso, una gran radiografía sociopolítica sobre uno de los monstruos más hipócritas, cobardes, embusteros, maquiavélicos, totalitarios y siniestros de nuestra historia, que si algo puede enseñarnos es a través de sus terroríficos fallos, que a más de un camarada suyo afectaron. Es una disección de la carne de una historia que no merece ser silenciada por su realismo y consecuencias, que aún a día de hoy seguimos pagando con nula vista.
Obviamente, Carrillo se tiró de los pelos (No sabemos si de la peluca) nada más enterarse de la publicación de este buen libro, así como toda la parásita casta que le cobija. Eso es bueno. Este libro dará que hablar y creo que se convertirá en un referente importante, pues a la sencillez del lenguaje se le une la investigación exhaustiva y una mediana objetividad coordenada.
Muy interesante. Para nuestro tiempo y para el que ha de venir.