quinta-feira, 23 de julho de 2009

DE VERGÜENZA: GIBRALTAR

- Siguiendo la costumbre de Felipe González, el primer gobernante que reconociera al estado pirático de la Gran Judería, y que le abriera las puertas de par en par a los contrabandistas llanitos, ahora ha sido Moratinos quien, burlándose de nuestro ser patrio, de nuestros intereses y de nuestra independencia, ha ido a mendigar a esta asquerosa colonia de usureros. Esta factoría contrabandista, lavadero de dinero negro ( Mucho de la droga ), que cobija a descendientes de irlandeses cipayos, italianos, malteses, españoles renegados, anglicanos y sefarditas ( Pues los gibraltareños de toda la vida fueron exterminados; los pocos supervivientes fundaron el pueblo de San Roque ) ha respondido poniendo la bandera de la colonia ( Copiada de la bandera del Reino que dieran los Reyes Católicos ) y la Union Jack. Claro, como ellos lavan el dinero británico y ni pagan impuestos....Y ENCIMA CUENTAN CON CACIQUES SOCIATAS QUE LES ABREN LAS PUERTAS DE PAR EN PAR DIRECTAMENTE CONTRA NUESTRA ECONOMÍA, CONTRA NUESTRA DIGNIDAD, mientras sigue empobrecida toda la comarca del Campo de Gibraltar.....¿ Hay algún país que le guste más autopisotearse sin reaccionar que el nuestro ? Lo dudo.... Tres siglos de ignominia. Tres siglos gracias a un usurpador e impotente archiduque que entró aliado de protestantes, jansenistas y demás ralea. Tres siglos que el invasor británico se sigue riendo en nuestra cara y nosotros como si no pasara nada....Y no sólo es el Peñón, ya lo decía Vázquez de Mella: "..... Y ved, que el Estrecho de Gibraltar es el punto central del planeta, que allí está escrito todo nuestro Derecho Internacional; parece que Dios, previendo la ceguedad de nuestros estadistas y políticos parlamentarios, se lo ha querido poner delante de los ojos para que supiesen bien cuál era nuestra política internacional. Es el punto central del planeta: Une cuatro continentes; une y relaciona el continente africano con el continente europeo; es el centro por donde pasa la gran corriente asiática y donde viene a comunicarse con las naciones mediterráneast toda la gran corriente mediterránea; es más grande y más importante que el Skagerrak y el Kattegat, que el gran Belt y el pequeño Belt, que al fin no dan paso más que a un mar interior, helado la mitad del tiempo; es más importante que el canal de la Mancha, que no impide la navegación por el Atlántico y el Mar del Norte; es muy superior a Suez, que no es más que una filtración del Mediterráneo, que un barco atravesado con su cargamento puede cerrar, y que los Dardanelos, que, si se abrieran a la comunicación, no llevarían más que a un mar interior; y no tiene comparación con el canal de Panamá, que corta un continente. Dios nos ha dado la llave del mar latino. La geología, la geografía, la topografía, las olas mismas del Estrecho chocando en el acantilado de la costa nos están diciendo todos los días: Aquí tenéis la puerta del Mediterráneo, y la llave; aquí está vuestra grandeza...". Lo peor no es eso. Lo peor es que hay españoles iletrados ( Son legiones en verdad ) que indican que claro, que si los británicos nos entregan Gibraltar, nosotros tendríamos que entregar Ceuta y Melilla....Me da vergüenza ajena escuchar estas palabras, sobre todo cuando es de recordar que Ceuta y Melilla, como la franja costera tingitana, son hispanas desde el 69 d.C.; que hasta los califas andalusíes la reclamaron como su territorio ( Entraron por Ceuta, cuyo señorío ostentaba el felón conde D. Julián, y que pudieron recuperar para la Cristiandad Ibérica los portugueses ); que la Reconquista se proyectó hacia ella y a Dios gracias pudimos recuperar nuestras ciudades e incluso una territorialidad que nos pertenece que entregamos en bandeja a esa invención gaullista que fue el estado marroquí. Que Ceuta y Melilla, como esa franja costera, llevan siglos siendo parte de España Y NUNCA PERTENECIENDO AL SULTANATO ALAHUÍ ( Que es un engendro moderno ); mientras que Gibraltar nunca fue inglés hasta la cobarde invasión de nuestra Guerra de Sucesión, donde buena parte de Europa se tomó nuestra Península como si de un botín se tratase. Que Ceuta y Melilla NO SON COLONIAS, como no lo son las Canarias, NUNCA LO FUERON; otra gran diferencia con el " Dominion of Gibraltar ". Colonia que, recordemos, es el estercolero barato del ejército británico. Tener que explicar esto a nuestros compatriotas es duro, asqueante, vergonzante. Hoy recuerdo a los grandes prohombres de España que sí supieron ver la realidad y derrotar al enemigo. Pienso en la lealtad y el coraje de todo un Blas de Lezo humillando a los británicos en Cartagena de Indias, pienso en el " Yo solo " del malagueño Bernardo de Gálvez humillando a los ingleses en Norteamérica, y enfocando su ambición no sólo para con las tierras de América, sino en devolver Gibraltar a su patria natural, lejos de los usurpadores. Eran hombres que estaban hechos de otra pasta, naturalmente. Pienso en todos los buenos patriotas que quisieron luchar por recuperar nuestro Gibraltar, y pienso en el testamento político de Carlos VII de España. Pienso en todo ello y no puedo sentir sino desazón y asco no ya por la actitud de los cipayos progresistas, sino de un pueblo narcotizado y estupidizado que no sabe ni de dónde viene ni a dónde va. Por eso, admiro a aquellos muchachos argentinos que, imbuidos de valor y coraje, hicieron rendirse a la guardia británica de las Malvinas y provocaron que la Thatcher tuviera que llamar a los yanquis por el cesaropapismo anglicano. Pienso también en los miles de peruanos que se ofrecieron voluntarios para recuperar aquellas atlánticas y australes ínsulas para los argentinos; mientras Felipe González, todo un maestro de Moratinos, apoyaba a los británicos....Y sólo de recordar que aquellos aguerridos argentinos lograron restablecer, aun por unos días, la bandera albiceleste en las Malvinas, me llena de respeto y hasta de envidia. Y en el fondo, créanme, admiro a franceses e ingleses. Porque ellos respetan, quieren y defienden lo suyo. Porque ellos no se bajan los pantalones, ni son unos apocados acomplejados que siempre están deseando arrodillarse ante el extranjero, como sí somos nosotros. Y si me recuerdan Olivença, les diré que si por mí fuera, se las devolvía ahora mismo a los portugueses, que aquello viene de una guerra vergonzosa entre hermanos ( Siempre instigados por intereses extranjeros: Franceses en España, Inglaterra en Portugal ); pero que preferiría una y mil veces que Gibraltar estuviera bajo dominio luso y no bajo la hedionda y masónica Union Jack. Un país como el nuestro que, no es que ya no tenga ambición, que por supuesto, sino que repito: Se arrastra, se deja pisotear, y le gusta....¿ Sadomasoquismo ?....Encima de cabrón, apaleado. Y de mientras, la primera comunidad inmigrante en Andalucía son....¡¡¡ Los británicos !!! A los que se les da todo tipo de facilidades. ¡¡ Qué vergüenza !! Por eso mismo, estos británicos siempre serán superiores a nosotros. ¿ Y todo ese proceso descolonizador de la masónica ONU ? ¿ Dónde está la democracia y la igualdad ? ¿ Por qué los yanquis, los franchutes, la Pérfida Albión u Holanda no sueltan sus colonias ni a la de tres ? Los mismos que le montaron una guerra global a nuestros hermanos portugueses. ¿ Por qué los árabes no dejan de descolonizar grandes áreas de África y Asia ? ¿ Y los turcos ? ¿ Y los chinos ? Para eso entramos en la Unión Europea y en la OTAN, del manos del socialismo, por supuesto. Amigos de los británicos que han apoyado todas las revoluciones y nacionalismos del mundo ( Recordemos el engendro yugoslavo, su engendro ) pero luego tan ricamente unidos, conservadores, liberales y laboristas, en el falso papado anglicano....El mundo justo que nació tras la bomba atómica....Bomba atómica que es poco para lo que se merecen esos llanitos que están como avanzadilla invasora de nuestro Gibraltar. Pero lo peor no es eso, como digo. Lo peor es Ex-paña. Que se viene mereciendo un gran castigo, por más que me duela.

MALVINAS Y GIBRALTAR

Soldado argentino, La albicelete izaste, En las islas Malvinas, Que un día recuperaste, Brilló el sol del Incario, Contra el arrogante extranjero, Testimonio de coraje, Como de gaucho guerrero, Fue un ejemplo de Hispanidad, ¿ Fue un último suspiro ? Dios quiera que no; que El invasor cumpla su castigo, Las Malvinas y Gibraltar, Son causas hermanas, Es invasión anglosajona, De tierras hispanas, No podremos llamarnos dignos, Alimentando esta vergüenza, La hispanofobia, en la Hispanidad, Mayormente se adereza, Y la Pérfida Albión, Nos sigue humillando, ¿ Nunca vamos a reaccionar ? ¿ Seguiremos, pues, callando ? ¿ No emularemos a nuestros héroes ? ¿ Soportaremos la extraña bota ? ¿ Es que han de pisotear los bárbaros, A los hijos legítimos de Roma ? Nunca tuvimos fama de cobardes, ¿ Es que la ganaremos ahora ? ¡ Levantémonos con orgullo, A recuperar nuestra honra ! Malvinas argentinas, Gibraltar español, ! Bravía Hispanidad, Reconquista tu corazón ! https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZtMFKXIDKF4yU7bZXli9iRokCjuZo6dO9KTuq4PfcE5GeaoFxYhLXXe_hDT8WZ6vjSbzJwK47j7lK0jlTtlJD8_Y9wmcDWlaVGk9rcFUFSVdruyw1EXeiepliBKfiHOWEhQWdV-k7RLQ/s320/Cruz+de+Borgo%C3%B1a-grande..bmp

segunda-feira, 20 de julho de 2009

" A VIDA DE NUN´ÁLVARES PEREIRA ", DE JOAQUIM PEDRO DE OLIVEIRA MARTINS

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Guimarães Editores * Desde 1899

Por fin me terminé la gran obra de este apreciado erudito portugués. Como saben, fue adquirida en MINHA LUSA VIAGEM: COIMBRA, JUNHO 2009 . Joaquim Cymbron siempre me recomienda todo de Oliveira Martins, y en especial, me dijo que este libro me iba a venir muy bien para paladear los episodios que se ciernen sobre lo que mayormente conocemos como Aljubarrota, y sobre la persona del Santo Condestable, sobre la que podemos hallar información y artículos reveladores en A BATALHA E O CARMO y en A Casa de Sarto: San Nuno Alvares Pereira (carta abierta a R). Me ha llevado su tiempo, como digo, pues leer en un portugués culto del siglo XIX tiene sus cosas, y más para alguien que destaca en torpeza, como yo. Y más ante una personalidad tan importante. D. Joaquim Pedro, en una prosa excepcional, acompañada de una rigurosidad historiográfica soberbia y de unos tonos poéticos sublimes, hace toda una biografía que se merece San Nuño de Santa María. En este libro encontramos al hombre, al soldado, al caballero, al místico, al piadoso. Encontramos las difíciles contiendas de la Península en la galopada hacia el ocaso medieval, que a veces, me hace recordar a las disputas entre las distintas tribus celtibéricas. Razzias sucesivas que se sucedieron a ambas orillas del Duero, en una península que aún no se había librado del todo del enemigo muslímico. Saqueos e injusticias se sucedieron, mas San Nuño de Santa María jamás permitió que saquearan iglesias o que violaran doncellas, castigando duramente a quien lo hacía. Es un ejemplo ilustrativo de quien encontraba en la oración el reposo y la paz de este mundo, en quien quiso mantener su castidad y no pudo por " presiones familiares ", en quien consagró su vida a su patria y a la Santa Fe y no tuvo más ambición que ser el padre de los pobres, en una época situada ante el cisma de Aviñón. Nuno Álvares encarnó con congruencia la figura del cavaleiro monge, el cuartel y el monasterio, la cruz y la espada. Todo un ejemplo de vida hacia el sacrificio que debería ilustrarnos. Relacionándolo en un ambiente cultural/literario con la caballería de la tabla redonda ( Aura que tanto influenció y que tanto " denunció " Cervantes a los años ), Oliveira Martins escudriñará todo un mundo social, político, cultural, económico y religioso en unas reflexiones antológicas. La vida del Santo Condestable, como decimos, queda muy aclarada para todos aquellos que ignoramos la historia de Portugal. De entre las curiosidades que me llaman la atención, destacaría que Oliveira Martins sitúa el comienzo de las alianzas anglolusas en este periodo. Claro que entonces era la Britania de la Cristiandad....Y ya tenía sus ambiciones para con la Corona de Castilla y para con toda la Península en verdad. Aquí fue Inglaterra la aliada de Portugal y Francia la de Castilla....Acaso un mal presagio. Oliveira Martins va a acudir a las más variadas fuentes, detallando una concienzuda bibliografía, y con su personalidad y sabiduría, nos va a sumergir en la figura de San Nuño como un espejo para entender la Lusitanidad. Cosa que por supuesto, logra, aun con matices. Y yo, acordándome de la estatua del caballero santo allá frente al monasterio de Batalha.....
De entre las reflexiones finales que se hace este gran polígrafo portucalense, yo destacaría la siguiente: " Com o findar do século XIV mudam as coisas, e os sentimentos novos que se definem preparam o regime posterior do dualismo, em que o antigo reino de Castela, passando mais tarde a chamar-se a Espanha, exprime com uma palavra só o pensamento unitário da sua existência. Na Espanha ficava todavia Portugal, e depois do baptismo de 1385, Portugal era também uma naçâo; e também no espírito dos seus monarcas principiaram a florir as ambiçôes de realizar a unidade a seu benefício. Ao problema propriamente geográfico acresceu desde logo o problema orgânico, pois a ideia nova de Naçâo diferia por completo do facto espontâneo dos estados medievais. Eram, estes, agregados de famílias nobres e de vilas burguesas; existiam, federativamente, por justaposiçâo, indiferentes ás condiçôes de proporçâo: a grandeza estava no esplendor das façanhas heróicas ! Agora, a naçâo surgia com os caracteres de um ser uno e vivo, tendo como cérebro o Pensamento, incarnado na pessoa simbólica do rei. Das proporçôes do estado dependia a sua grandeza; da sua grandeza; da sua grandeza e possibilidade de satisfazer á missâo magnífica em que se sentia investido. Impossibilitado de ser expandir na Península, Portugal viu-se forçado a embarcar. Ceuta foi a primeira viagem: Alcácer-Quibir a última. E impossível reconstruir a histórica com hipóteses; mas a imaginaçâo pára inquieta perguntando, se, com efeito, o sonho de Campanelha nâo poderia ter sido um facto, caso o filho de D. Joâo II nâo tivesse morrido de uma queda estúpida. O herdeiro do Trono de Avis, monarca de toda a Península, senhor de todo o mundo extraeuropeu, poria tal vez sobre a cabeça a coroa de um império maior e mais firmed do que foi o de Carlos V. Unificando-se politicamente a Península pelo ceptro de um rei português, enfeixando-se todos os reinos da Espanha no período ascencional da sua fortuna, possível que a Portugal sucedesse como ao Aragâo, ao passo que, depois, quando, sobre uma catástrofe, a uniâo se fez, o povo que num século atingira a plenitude da glória, identificou a uniâo com a desgraça, chorando nas mesmas lágrimas a independencia perdida e a fortuna dissipada. E se o acidente fatal de 1491, quando a princesa Isabel de Castela ficou viúva, nao tivesse malogrado a ambiçâo ingente do maior homem, talvez, que em Portugal nasceu, a coroa do herdeiro de D. Joâo II, rutilante com as visôes diamantinas de Nuno Álvares, que foi o Paracleto português, a coroa rutilante de Avis nâo teria, é quase certo, rolado pelos areais de Alcácer-Quibir, dispersando as suas pedras desengastadas como lágrimas soltas na face adusta da afliçâo cruciante de um povo. Esta afliçâo, esse doloroso martírio com que nós, portugueses, pagámos e ainda pagamos, um instante de fortuna incomparável, nâo devem hoje surpreender- nos pois uma das verdades sabidas é que os momentos de bem-aventurança na terra sâo expiados sempre por largos tempos de amargura. O homen nâo nasceu para a felicidade, por isso mesmo que a Natureza lhe deu a imaginaçâo com que se eleva acima do mundo: a felicidade é o estado próprio dos seres apenas vegetativos. Tempo houve, porém, em que desta própria amargura da vida, a imaginaçâo huana fez a escada mística por onde subia, das portas da morte, as visôes luminosas do Céu. Exemplo superior da concepçâo cristâ da vida, e por isso venerado como santo, Nuno Álvares é porventura o tipo culminante da energia própria desta nossa raça peninsular ibérica, idealista na alma, e afirmativamente heróica. O heroísmo encontrou objecto no sentimento histórico da independencia que transformou em consciência nacional; o idealismo vasou-se no credo religioso que havia de abrasar toda a Espanha, produzindo um dos fenómenos mais extraordinarios da alucinaçâo colectiva.... ....Nos tempos modernos, ninguém soube a Vida melhor do que nós, os povos da Espanha: isto é, ninguém afirmou tâo superiormente a energia da vontade humana. Ninguém tampouco melhor soube morrer, do que o povo que incarnou em sí, paradoxalmente, a teoria da Morte no seio do Eterno: esse pensamento agudo como a lámina de uma espada que, dobrando-se e traspassando o mundo na sua redondeza, veio cravar-se no coraçao para no-lo-dessangrar. A Espanha foi vítima de um erro de definiçâo; e se um dia os homens atinarem com a verdadeira teoria da Vida, ninguém, tampouco, saberá morrer por ela como o povo de entre todos gerado para o heroísmo. " No dejan de ser reprochables algunas de las sentencias aquí vertidas, y más en el contexto que analizamos, que nos recuerda los defectos político-filosóficos de aquellos apegados al " progresismo histórico " portugués, como fue el caso del autor que nos ocupa. Mas a mí, particularmente, me ha llamado mucho la atención. Alejémonos de rencores. Portugal y España, como dice Rafael Castela Santos, por Aljubarrota, pero también por Toro. Indaguemos en la Historia, y sepamos ir a las fuentes y a su desarrollo para con los tiempos, como hacía el gran Oliveira Martins, siempre en busca de la verdad. Como coletilla mía, diré que, eso sí, que no entiendo muy bien que muchos de los que presumen de " afirmación portuguesa " ( Que no todos ) tenga que ser " en contra de España " o " contra Castela "; en todo caso, porque la Corona de Castilla englobaba los reinos de Galicia, León, Toledo, Sevilla, etc., amén de la muy noble Castilla propiamente dicha, reino que no tuvo frontera con Portugal. Es como si nosotros nos obsesionáramos con la batalla de Toro como " mito afirmativo ". No somos tan extraños ni tan enemigos para afirmar nuestra realidad patria en contra de los que compartimos la Piel de Toro. La Historia es la que es, y en ambas patrias ibéricas se inscribe bajo el sol de la Cruzada. Y tanto Castilla intentó influenciar en Portugal como Portugal en Castilla, y, como deja entrever Oliveira Martins, muchos nobles portugueses ansiaron la unidad peninsular, pero buscando que fuera Portugal el " reino dominante ". Lo bueno es que a pesar de las luchas que se sucedieron, a ambas orillas del Guadiana no se veían como " necesariamente extraños ", cosa que por desgracia ha ido cambiando con el paso de los tiempos, y sobre todo, por la infiltración francesa y británica en la Vieja Hispania. En fin, aquí nos quedamos con el ejemplo de una vida santa, y con la fabulosa obra del que fue reconocido como " el historiador más artista de la Península " desde Marcelino Menéndez y Pelayo hasta Miguel de Unamuno. Y deseando aprehender otra de sus grandes obras, en especial, la Historia da Civilizaçâo Ibérica. https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZUaStduEVepKK7iNFikVGF01GWgDV1jsh7uK6SxVJbnKP0iVVVswAfyhjmP7RobRt1F0WD2P5gfVFVDokSlH9hyphenhyphen0MCDFo1p7qvO8M2hqLmRkK86vloThiptsuBbHjtVsCmWszSBPHTkg/s1600/SFreiNuno Santo Condestável, ora pro nobis. * Recuérdese: " PORTUGAL CONTEMPORÂNEO ", DE OLIVEIRA MARTINS

EN EL CENTENARIO DE LA MUERTE DE CARLOS VII DE ESPAÑA ( 2 )

EN EL CENTENARIO DE LA MUERTE DE DON CARLOS VII DE BORBÓN

CENTENARIO DE CARLOS VII

A LOS CIEN AÑOS DE LA MUERTE DE SMC D. CARLOS VII, REY DE LAS ESPAÑAS

domingo, 19 de julho de 2009

René Quinton e o Tradicionalismo

Excepcionalmente, a Wikipedia traz-nos informação relevante e rigorosa. A definição nela constante de tradionalismo político estará curta e falta de uma menção mais explícita da sua confessionalidade católica, mas não deixa de se aproveitar.
"O tradicionalismo é um sistema filosófico que coloca a tradição como critério e regra de decisão, entendendo a tradição como o conjunto de hábitos e tendências que procuram manter uma sociedade no equílibrio das forças que lhe deram origem.
Segundo os tradicionalistas, as sociedades não resultam de um acto de exclusiva vontade pessoal ou de uma imposição deliberada de um grupo. Consideram que a sociedade é uma criação e não uma construção ou um mecanismo. Sendo uma criação, a sua existência é condicionada por leis naturais.
A atitude tradicionalista distingue-se da conservadora por não ser hostil às inovações políticas, sociais, individuais ou grupais. Enquanto o espírito conservador tem uma atitude que se caracteriza pela deliberação em manter a ordem social, política ou económica existente, o espírito tradicionalista é aberto à mudança e pugna frequentemente pela mudança. A mudança, porém, deve realizar-se sem romper com os antecedentes morais que são o fundamento de uma dada sociedade. O tradicionalismo reage normalmente de forma negativa às revoluções, em especial aquelas que pretendem fazer tábua rasa do passado e do fundamento moral que constituiu uma dada sociedade. Para o tradicionalista, deve ser a história, e não as nossas predilecções doutrinárias, o melhor guia na determinação dos regimes políticos. Se uma dada instituição, como a Instituição Real por exemplo, foi derrubada, é decerto contraproducente tentar voltar atrás e reerguê-la tal como existia, mas deverá ser observado se a função que essa instituição desempenhava encontrou um substituto capaz.
No início do século XX, o tradicionalismo recebeu um contributo insuspeito da ciência nas descobertas de René Quinton, com a "lei da constância do meio vital dos seres". Nessa lei, Quinton não negou a Evolução mas concretizou-lhe as possibilidades: os organismos vivos, para se manterem, procuram sempre restabelecer a pureza do seu meio vital, isto é, procuram manter a inviolabilidade das circunstâncias especiais que os geraram e de cuja guarda e duração depende a sua existência. Os tradicionalistas viram aí uma estrondosa confirmação do princípio tradicionalista: "res eodem modo conservatur quo generantur". As coisas existem pelas mesmas razões porque se geram.
A renovação da biologia seguiu o seu próprio caminho, mas ajudando a destronar o rudimentar ideário do Progresso indefinido. Situado na órbita dos fenómenos sociais, o tradicionalismo continua a entender a política como uma realidade, ou uma experiência, garantida e comprovada pelo decurso da história. As instituições do passado não são boas por serem antigas, mas são antigas por serem boas – é uma famosa máxima tradicionalista. Foram tradicionalistas autores como Bonald, Taine, Galéot, Bourget. Em língua portuguesa, no século passado, distinguiram-se autores do Integralismo Lusitano como Luís de Almeida Braga, António Sardinha ou Hipólito Raposo."
Este definição remete-nos por meio do integralismo lusitano (onde não se esgota o tradicionalismo político português do século passado, muito embora muitas vezes o mesmo seja feito crer) para uma excelente exposição sobre o referido movimento feita por um insuspeito... democrata. Raúl Proença. Chama-se Acerca do Integralismo Lusitano (2) e faz parte da acesa polémica gerada entre aquele autor e o integralista Alberto de Monsaraz, que se pode encontrar no acervo do sítio Unica Semper Avis.
(...)A democracia é a política das ideias. Não atendendo à experiência histórica da humanidade no seu conjunto e à de cada nação em especial, ela pretende modelar a vida de cada país pelas normas abstractas da razão, impondo-se violenta e artificialmente a realidades indestrutíveis. A democracia é assim uma constante violação dos factos concretos, um permanente desrespeito da vida essencial das nações. Mais do que a inssureição do indivíduo contra a espécie, como a definia Comte, ela é verdadeiramente a inssureição da razão contra a natureza, dos princípios contra os factos.
O seu primeiro êrro, de que derivam a maior parte dos outros, é a adopção do método do livre exame, que aniquila todas as disciplinas tradicionais, faz tábua rasa do passado e põe a cada geração o problema duma nova criação social. O livre exame, filho do espírito protestante, dissemina no mundo os germens da anarquia. Com a dissolução dos dogmas, perverte todos os instintos sociais, ataca a essência de toda a vida social, origina a rebelião do indivíduo contra as condições fundamentais dessa própria vida. As normas que dirigem uma sociedade deixam de ser o fruto duma longa experiência secular, para passar a ser as fantásticas abstracções dos cérebros individuais.
O indivíduo arroga-se direitos; quando, no fundo, não tem senão deveres. A verdade é que o homem não pode ser livre. Deve obediência a seus pais enquanto forem vivos, porque «os filhos não são mais do que um prolongamento dos pais». Deve obediência aos seus superiores e ao seu Rei; assim como aos dogmas tradicionais da sua raça. Com a ilusão da liberdade, veio ao mundo a ilusão da igualdade, desmentido absoluto das realidades concretas, pois que não há no mundo dois seres inteiramente iguais. A natureza é essencialmente anti-igualitária: em toda ela vemos a realidade das diferenças, dos privilégios e da hierarquia- E com a negação do facto histórico da tradição, a democracia inventou o maior dos absurdos teóricos: a noção do progresso nas consciências individuais e nas formas da vida social. A ilusão do progresso é a doutrina de Satan revoltando-se contra Deus. «A crença no progresso baseia-se inicialmente na ideia grosseira da bondade natural do homem. Ora, provado como está que os instintos humanos são maus e que dêsses maus instintos resulta naturalmente a necessidade dos quadros sociais, fica destruída pela base a ideia que tantos milhares de espíritos tem atraído e sacrificado.»
Demais as leis biológicas de René Quinton vieram dar a esta grosseira ilusão o seu golpe definitivo. O sábio francês mostrou que a vida procura sempre manter as condições do seu meio originário. Se queremos viver, temos, pois, de ser fisiologicamente reaccionários. A vida não é outra coisa senão uma afincada manobra de permanência; e a evolução não significa mais que a procura persistente, sempre activa e voluntária, por vezes complicada e capciosa, dos meios próprios para manter a fixidez do primitivo meio. Cada nação assenta assim «num inviolável meio vital, o qual consiste no equilíbrio constante das condições especiais de que o agregado brotou, valendo a alteração delas pela queda insanável do organismo.» A primeira condição, pois, de toda a política scientífica é respeitar as primitivas instituições de cada povo, os seus antigos costumes, crenças e tradições, aquêles que constituíram o seu «meio originário». E não era já um axioma da sociologia moderna que os mortos governam os vivos, o que equivale a dizer que uma nação não poderá viver se não fôr condicionada pelos ditames da sua tradição - se os berços não fôrem embalados sôbre os túmulos? (...)