quinta-feira, 3 de dezembro de 2009

" EL CARLISMO, LA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL ( 1936-1937 ) ", DE JUAN CARLOS PEÑAS BERNALDO DE QUIRÓS

http://www.carlistes.org/image.critica_literaria.el_carlismo_la_republica_y_la_guerra_civil.gif De la conspiración a la unificación. - Editorial Actas. Colección Hernando de Larramendi He aquí uno de los volúmenes adquiridos en el Cerro de los Ángeles. De una tesis doctoral que tiene buena pinta ha salido esta obra, concretada en el primer año del Alzamiento contra la tiranía tricolor. Sin duda, el autor recoge una compilación de datos que demuestra una ardua labor investigadora. Desde las conversaciones con el general Mola hasta la toma de poder del general Franco, encontramos todo un lujo de detalles sobre la organización de la Comunión Tradicionalista en todos sus ámbitos: Requeté, pelayos, margaritas, propaganda, círculos, SMC Alfonso Carlos, D. Javier, Fal Conde, Zamanillo, Consejo de la Tradición, conde de Rodezno....También se exponen datos que para nosotros son " dolorosos ", como las divisiones que lograron arraigar, muchas veces alimentadas desde fuera, aun con tipos que estaban dentro, como Rodezno. Como digo, es una obra de erudición; aunque a veces el lenguaje se hace algo " mecánico " o " academicista ". No obstante, para un pobre historiador como yo, es conveniente leer manuales historiográficos de este cariz; aunque en su " academicismo " creo que a veces no plasma del todo el alma del tradicionalismo español. En esto de las diferencias, es curioso que el máximo exponente que si bien se movilizó con ganas, doctrinalmente fuera más entreguista, como fue ocurriendo en Navarra. Aunque como se dice, " diferencialismos " que muchas veces fueron alimentados desde fuera. La exposición de la movilización de las masas carlistas es muy buena. Ahí se muestra el carácter popular de la Contrarrevolución española, que tras más de un siglo de historia contaba con muchos partidarios en los distintos puntos del país; porque si bien la movilización de Navarra fue espectacular, la impronta del Requeté en la Baja Andalucía fue imprescindible para la extensión del Alzamiento. Asimismo, los partidarios entusiastas de Valencia, Cataluña y Toledo fueron importantísimos. Sobre la memoria histórica, encontramos datos también muy interesantes, razones poderosas por las que se movilizó el pueblo carlista: " Actitud que para el Carlismo se expresa en las declaraciones del alcalde socialista de Alicante: A todo aquel que se sospeche que va a votar a las derechas, se le rompe la papeleta y, si es preciso, se le cortan las manos. La Guardia Civil os protegerá ". Una muestra más de la libertad tolerante de entonces, que también vivimos hoy. Con todo, no estoy de acuerdo en algunas de las conclusiones, quiero decir: Sí es cierto que la unificación hacia un partido totalitario ( A la que se opuso la base doctrinal del Carlismo y halló el exilio de su jefe más carismático, del gran reorganizador y hombre político bueno que fue Fal Conde ) fue un auténtico jarro de agua fría y descabezó buena parte de la organización legitimista; muchos se olvidaron de " hacer política " ya con la guerra ganada. Mas no es cierto que ello supusiera la desmovilización social del carlismo, ni que éste se quedara en la nostalgia de las guerras decimonónicas. El Carlismo lograba reunir en Montejurra hasta los años 70 del siglo XX hasta cien mil personas. Si bien en el Carlismo ya habían más que arraigado las divisiones, el auténtico descabezamiento lo supuso la deriva del felón Carlos Hugo para con el terror izquierdista y la intervención directa de Fraga en los desgraciados sucesos de Montejurra. Este fue el auténtico punto que intentó fulminar el Carlismo, cosa que no han logrado. No pocos requetés dijeron que el Carlismo había ganado la guerra pero había perdido la paz, y sin abrazo de Vergara de por medio. Hay mucho de cierto en ello. Mas repito que aun con el imposible engendro totalitario, que hasta el mismísimo Franco se dio cuenta de su fracaso, no se logró tanto desmovilizar al Carlismo como cuando se hizo para preparar a España a la democracia oligárquico-liberal. Los intereses juanistas, el contexto totalitario europeo, la incertidumbre de la guerra mundial, la situación de España en general....Y la cantidad de boinas rojas mártires en la vanguardia del frente son factores a valorar en esta trabajada obra. Con datos importantes que nos harán reflexionar, pues siempre de los errores del pasado se debe aprender. El Carlismo entregó la fuente generosa de su sangre y de su espíritu por la bandera española y la Religión Católica, y en muchas ocasiones, fue usado para después no reconocerse del todo la importancia de su actividad, empezando por el doloroso exilio de su jefe, quien para un servidor de ustedes resulta ser absolutamente clave para entender la continuidad carlista. El mismo Queipo de Llano, en absoluto carlista, los alababa por su preparación y disciplina, por su programa político elaborado; programa, preparación y disciplina que no fueron tomados en cuenta; y que pudieran haber sido una alternativa para la difícil situación que España iba a atravesar. Pero los años y el advenimiento del nuevo régimen de manos de la dinastía usurpadora acabaron de truncar un sueño que se tocó casi de cerca. En fin, un libro que, con ciertos defectos, no deja de ser imprescindible por sus mayúsculos conocimientos sobre uno de los más importantes episodios de la intervención carlista cuyo recuerdo sigue vivo en muchos españoles, a pesar de las pseudomemorias histéricas. El Carlismo fue la " organización civil " que más voluntarios aportó, cuyo entusiasmo desbordante para las mismas autoridades militares regó la (pen)última Cruzada española; los comienzos y el desarrollo se " fotografían " en la literatura historiográfica que comentamos. http://www.requetes.com/campana/gruponavarraG.jpg

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